Bienvenido al módulo de Evaluación de la concienciación sobre el riesgo del calor. En todos los países la gente tiene una percepción baja de los riesgos que tiene el calor extremo para la salud en comparación con lo que piensan sobre otras amenazas climáticas. Como el calor es visualmente menos dramático que los huracanes o las inundaciones, sus efectos pueden pasar desapercibidos. Una evaluación de la concienciación que hay sobre este tema permitirá analizar cualitativamente las percepciones e impactos del calor. Además, ayudará a identificar posibles oportunidades para explicar los riesgos del calor, basándose en las experiencias de los ciudadanos y las partes interesadas. La evaluación de la concienciación sobre los riesgos del calor puede ayudarnos a descubrir, por ejemplo, qué medidas toman las partes interesadas para prepararse antes y durante las olas de calor, y puede servir de base para tu planificación y preparación de cara al futuro.

¿Reconoce la gente el calor como una amenaza? ¿Saben cómo acceder y utilizar los recursos para gestionar el calor extremo? Si una persona es consciente de la amenaza que supone el calor extremo, tomará medidas para mantenerse a salvo a sí misma y a sus seres queridos y es más probable que valore positivamente las políticas y programas de resiliencia. Los resultados de este módulo pueden utilizarse junto con la evaluación inicial del riesgo del calor y la evaluación de la vulnerabilidad para establecer en tus proyectos objetivos y valores que estén previamente consensuados con la comunidad.

En primer lugar, define el calendario y los recursos técnicos y financieros disponibles para llevar a cabo la encuesta. A continuación, decide si se trata de una evaluación amplia, que abarque a todos los ciudadanos, organizaciones y organismos, o si la evaluación se dirigirá a partes interesadas concretas, tales como a organismos de la administración municipal. Esto determinará el alcance y la cantidad de recursos necesarios para realizar esta evaluación. En el diseño y ejecución de la encuesta es importante implicar no solo a investigadores y funcionarios públicos, sino también incluir a líderes o grupos de la comunidad que sean expertos en los efectos del calor.

Una vez que se haya determinado el alcance de la evaluación, identifica qué preguntas clave se incluirán. Como ocurre con la mayoría de las encuestas o grupos focales, es importante tener en cuenta los datos demográficos tales como la edad, los ingresos y el nivel educativo. Las preguntas sobre el calor pueden incluir:

• Percepción de la exposición al calor, gravedad y vulnerabilidad.
• Medidas preparatorias y de protección adoptadas antes y durante las olas de calor.
• Conocimiento de las fuentes de información sobre el calor (alertas tempranas, autoridades de confianza).
• Impactos económicos de las olas de calor que afecten a los medios de subsistencia o la continuidad de la actividad empresarial.
• Acceso a refrigeración o lugares de respiro, tales como centros comunitarios climatizados, espacios verdes o elementos acuáticos.
• Acceso y confianza en los servicios y fuentes de apoyo más importantes.

Aunque siempre es útil disponer de más datos, hay que tener en cuenta que las personas encuestadas disponen de tiempo y atención limitados para realizar este tipo de evaluaciones.

Los resultados de las evaluaciones deben servirte de base en la planificación y ejecución de tus proyectos, a la hora de recabar apoyo para tus actividades y de facilitar el diseño conjunto de políticas y programas. A través de esta información, puedes descubrir que hay nuevas prioridades y preocupaciones en tu comunidad o puedes identificar problemas primarios que deben abordarse. Si el proceso de diseño y ejecución de estas evaluaciones se lleva a cabo en colaboración con las partes interesadas, se conseguirá implicar a colectivos de la comunidad, organizaciones de la sociedad civil y organismos gubernamentales con competencias en calor y así se generará una mayor voluntad política para emprender nuevas acciones futuras.

Los resultados de la encuesta de concienciación sobre los riesgos del calor o de los grupos focales pueden informar o complementar la evaluación inicial de los riesgos del calor (véase realización de una evaluación inicial de los riesgos del calor) o el mapa de vulnerabilidades (véase identificación de vulnerabilidades e impactos relacionados con el calor).

Entre las dificultades más comunes a la hora de llevar a cabo una evaluación eficaz de los riesgos del calor  se incluyen las siguientes:

• Falta de confianza de los posibles participantes en la encuesta en el proceso de recogida de datos y en el uso de los mismos.
• Escasa participación en el proceso de encuesta debido a que el calor extremos se percibe como algo insignificante o normal.
• Falta de tiempo y recursos disponibles para el proyecto.
• Dificultad para implicar plenamente a las partes interesadas durante todo el proceso debido a su limitada capacidad.
• Retrasos en conseguir la aprobación administrativa o el visto bueno de un comité de revisión ética de investigación.

Los posibles participantes en las encuestas pueden haber tenido experiencias negativas previas en otros procesos de recopilación de datos extractivos o con el uso de datos para fines que no les beneficiaban a ellos o a sus comunidades. Una forma de aumentar la participación en la encuesta de estos participantes es trabajar mediante asociaciones con organizaciones y líderes comunitarios de confianza.

En los casos en que los posibles participantes en la encuesta se muestren reticentes a participar porque consideran que el calor no es un problema, se puede intentar aumentar la participación mediante la integración en la encuesta de una sección que explique la urgencia del problema y cómo el calor ha afectado a ese barrio o esa región. No obstante, es importante estandarizar el enfoque que se usa con todos los participantes en la encuesta y tener en cuenta que la información que se dé a los participantes sesgará sus respuestas.   

Para hacer frente al coste y al tiempo necesarios para llevar a cabo una evaluación, puede ser útil asociarse con una universidad local o con organizaciones de la sociedad civil, como la Cruz Roja, para poder contar con sus conocimientos especializados, posible financiación o para compartir costes y voluntarios. En la medida de lo posible, si se implica a líderes de confianza o entidades conocidas por la comunidad en la realización de una encuesta se puede aumentar la aceptación y el alcance de la misma.